Campanilla esta de vuelta.

Cuando me fui a Londres andaba la cosa revuelta. Vengo de Londres y la cosa se pone peor... tan peor como un fin. Un fin del que quizás me tenia que haber dado cuenta antes, estaba tan metida en mi papel "de buena" que olvide que podía estropearse.

Ni quince días me doy, no pienso dejar que la tristeza me invada ni un solo centímetro de cuerpo y sé como hacerlo. Es lo bueno que tiene tener la edad de cristo en la cruz. No digo que sea fácil pero....

Trabajar es salud

Estar de baja no es divertido como parece.



Aparte de dolores e incomodeces, tienes que aguantar con buena cara los mimos de tu madre, he ir informando a tu jefe (si, hoy parece que me duele menos).



El medico tampoco se compadece de ti y en vez de tratatarte como si fueses de cristal (tu piensas que te vas a romper como si fueses de ese material), te envia a que la enfermera te pinche ¡dos veces! en tus posaderas. Resultado: ahora no solo me duele la cabeza y tengo flojera en todo el cuerpo, sino que ¡el culo me duele un monton!.








Mañana me voy a trabajar asin me maten.

Al teatro..

Un día cualquiera mientras te cepillas los dientes te llama por teléfono, y más o menos la conversación es así:

- El sábado no hagas planes, ¿vale?
- Vale, ¿por qué? (me suena a cena romántica o..)
- Tengo entradas para el teatro.
- Ah, ¡qué bien! ¿Que vamos a ver? (que monoooo como sabe que me gusta)
- Peter Pan.
- Que bien. ¡Viva Campanilla! (ya la he visto y en versión inmejorable, mejor me callo)
- Si, Campanilla es mi prima. Vamos con toda mi familia.

Aquí es donde te quedas muerta, pero muerta como si te hubiese pisado un camión. Llevamos poco tiempo viendonos... ¿y ya me putea de esta forma?, ¿no se supone que este era "normal"?.