Te puede pasar a ti.

Estas un día cualquiera en casa, con tu aspirador y tu trapo para el polvo en misión de limpieza, cuando recibes una llamada, y aunque todavía estas flipando por la noticia de ayer aceptas ir a la playa a ver que pasa. Pasas a recogerlo y como estas lela te pasas la calle. Por detrás de su edificio ves unos periodistas, una señora se cayó ayer de su balcón no saben si con ayuda de su marido o no. El habia estado hablando con ella la semana pasada. Empezamos bien.

Llegáis a la playa y extiende la toalla de playa mas pequeña que has visto jamás. Te ríes por lo bajini, como todo lo tenga tan pequeño...




Te propone ponerle crema y a ti te da un asco la cremita que pa que y encima no sabes cual es la forma adecuada sobarle la espalda teniendo en cuenta que os habéis visto cuatro veces y tres de ellas ibas tan borracha que te acuerdas de las risas y poco mas. Lo haces.

Tu sigues hablando y hablando, soltando toda clase de tontadas. Te dice que tienes la espalda "pelada" y te quiere poner crema (no me jodas, no me jodas, solo ponerte un dedo encima y ya estas tensa como la cuerda de un arco)

- No, si ya me la pongo en casa. (Deja la mano en la espalda).

- Solo era una excusa para tocarte.

Esta no te la esperabas y tú no dices nada por que crees que te va a dar un infarto de miocardio.